Nuestra mente está llena de ellas.
De hecho las han utilizado para programarnos con ellas desde pequeños, a base de repetírnoslas constantemente con tono sentencioso.
Se trata de pequeñas frases y aseveraciones aparentemente bienintencionadas, pero que si las analizamos bien, veremos que ocultan en su interior retorcidos mecanismos de programación para limitar nuestro poder individual.
Podríamos considerar estas afirmaciones de tono casi moralista como la versión moderna y sustitutiva del «esto es pecado», pues tienen la intención de condicionar nuestros actos y generar un cierto sentimiento de culpa al que no las obedezca ciegamente.
Hay muchas de estas supuestas «verdades» instaladas en nuestro cerebro, pero en este artículo nos centraremos en una en concreto:
«TU LIBERTAD TERMINA DONDE EMPIEZA LA DE LOS DEMÁS»
Aparentemente, se trata de una de las afirmaciones con más carga educativa que podemos encontrar.
Una forma gráfica de inculcarle a un niño dónde se encuentran los límites de sus actos y cuándo empiezan a afectar negativamente a las demás personas.
Quien más quien menos la habrá escuchado en alguna ocasión y algunos aún recordamos la primera vez que nos la soltó algún viejo docente en nuestra infancia, con el fin de corregir nuestra actitud.
Sin embargo, esta afirmación contiene en su interior una trampa sutil, pues arroja una serie de preguntas difíciles de responder: si mi libertad termina donde empieza la de los demás, ¿Dónde empieza y termina la libertad de los demás? ¿Y la mía? ¿Cuáles son los límites de todas nuestras libertades? ¿Quién los establece? ¿Los establezco yo? ¿Los establecen las demás personas?
Y es que aquí es donde reside la clave del asunto: para reglamentar dónde empiezan y terminan las libertades de cada uno, hacen falta reglas que garanticen la convivencia social.
Es decir, imponerle LÍMITES a tu libertad individual.
Límites que no estableces tú mismo, sino que te son impuestos desde el exterior, por más que la frase pretenda insinuar falsariamente que la gestión de tu libertad dependerá de tu criterio personal.
Y aunque la mayoría de personas que hacen uso de la frase no sean conscientes de ello, este es el auténtico objetivo que oculta esta aseveración: no trata de garantizar la convivencia social, sino que busca que aceptes que alguien externo a ti ponga límites a tu libertad y acates esa imposición como algo bueno y positivo, basádandose en supuestas normas morales o sociales.
Puede parecer razonable que todos renunciemos a parte de nuestra libertad para convivir pacíficamente los unos con los otros.
Y esta frase sobre los límites de la libertad resume muy bien esa necesidad.
Pero en realidad se basa en un truco conceptual.
La trampa consiste en crear una imagen de la libertad parecida a una pompa de jabón que nos rodea y que al rozar con la pompa de jabón de otra persona acaba estallando, dejando así de ser «libertad».
Y esta visión de la libertad, aunque resulte muy gráfica y facilona para los niños, es absolutamente errónea.
De hecho, no tiene ningún sentido.
Porque el problema fundamental reside en que, en este concepto de libertad tipo «pompa de jabón», se tratan de insertar por la fuerza los conceptos de «bondad y maldad», con el fin de delimitarla y orientarla socialmente.
Y esos códigos morales nada tienen que ver con la libertad en sí.La libertad no es ni buena ni mala.
Es libertad y punto.
Y debemos aceptarla tal y como es, sin crearnos imagenes falsas en nuestra psique.Tu libertad incluye la posibilidad de oprimir o destruir la de los demás.
Tu libertad incluye la posibilidad de causar daño y dolor a las demás personas.
Aunque la utilices de la peor manera posible, sigue siendo tu libertad; libertad en estado puro.En todo caso debes ser tú mismo quien imponga los límites para no hacerle daño a las demás personas, no porqué existan normas sociales que te digan «que está mal hacerlo», sino porqué tú lo sientas realmente así en tu interior.
Las buenas normas y reglas de convivencia no sirven de nada si no se sienten como una necesidad y en cambio se perciben como una imposición vacía de contenido.
Desde pequeños nos educan para obedecer reglas, normas y leyes, nos cuentan para qué sirven, pero no nos ayudan a descubrir el sentimiento asociado que debería acompañarlas.
Y es que ese sentimiento solo puede surgir de la percepción de una libertad sin límites.
Nuestro mundo estaría mucho más sano si todos los individuos fuéramos plenamente conscientes de que nuestra libertad nos otorga la capacidad de hacer daño a los demás, aceptáramos este hecho como algo natural y entonces, voluntariamente, renunciáramos a ello.
Entonces llevaríamos a cabo un acto de plena soberanía individual, basado en el auténtico amor y respeto hacia todo lo que nos rodea.
En cambio no hay amor ni respeto alguno en la obligación de obedecer normas y reglas bajo la amenaza de castigo o sanción por parte de la sociedad.
En este caso, el único sentimiento que acompaña a tus actos es el del miedo a ser sancionado.
Y todo esto nos lleva a una curiosa paradoja cuando queremos inculcarle a nuestros descendientes un concepto de libertad que garantice la perfecta convivencia entre individuos.
La paradoja radica en que los sentimientos de empatía más fuertes se consolidan cuando una persona experimenta «el mal» de forma natural, haciendo daño a los demás y sufriéndolo en propia carne.
Entonces es cuando se da cuenta de las consecuencias que tienen sus actos y puede llegar a decidir, consciente y libremente, renunciar a determinadas actitudes, si su nivel de conciencia se lo permite.
Aprende de forma natural que lo mejor es dar a los demás lo mismo que él desea recibir de ellos.
Sin embargo, con la sanción preventiva de las «malas acciones» mediante la aplicación de reglas, jamás se consigue erradicar el mal uso de la libertad.
De hecho, los impulsos capaces de dañar a los demás siguen «ahí dentro», reprimidos, ocultos en la psique, sin ser enfrentados ni derrotados por la conciencia, esperando una ocasión oportuna para manifestarse en toda su magnitud.
Así jamás puede erradicarse lo que alguna gente llama «la maldad», simplemente porque no llegamos a enfrentarnos directamente a ella, ni tan solo como concepto intrínseco a nosotros o como opción natural en nuestra toma de decisiones.
Podemos verlo a nuestro alrededor: el mundo está repleto de personas bien educadas y programadas con las «aseveraciones más sabias y bondadosas»; sin embargo, la falta de empatía y «la maldad» no parecen haberse reducido demasiado, por muy alfabetizados y moralizados que estemos todos.
Ese es el efecto oculto tras afirmaciones limitantes del tipo: «tu libertad termina donde empieza la de los demás»
Parecía una afirmación sabia, intachable y bienintencionada.
Casi una verdad indiscutible.
Pero quizás deberíamos reflexionar más a fondo sobre los conceptos que les inculcamos a las generaciones venideras.
A veces los elementos más sutiles acaban levantando muros en nuestra psique que nos acompañarán toda la vida.
Como podemos ver, éste no es un tema nada fácil…
GAZZETTA DEL APOCALIPSIS
Sep
24
2014
Esto es el artículo más disparatado que leí en la Gazzetta. De verdad, me sorprende el altísimo grado de ¿ingenuidad? que contiene. Las leyes, normas y reglas sociales surgieron, al menos en principio, no con el deseo del Sistema de sojuzgar a la gente sino para encauzar la conducta de los individuos a fin de lograr la buena convivencia y la paz social. Esto, más allá que muchas veces hubo y hay gobiernos despóticos que utilizan la legislación para oprimir y explotar a los pueblos, pero esa es otra historia. Porque si, como dice el artículo, no hubiera normas y leyes que limitaran la clara tendencia humana a perjudicar a otros, la vida en sociedad sería insostenible.
Si en un mundo donde existen leyes que castigan el mal proceder y, aún así, estamos tapados de crímenes y delitos de toda clase ¿qué sería si estas leyes no existieran? ¿Vamos a estar expuestos al antojo del otro de si quiere o no respetar o no respetar la vida del otro? ¿Y qué hacer con los asesinos seriales, delincuentes comunes (cuyos crímenes, muchas veces, no son tan comunes), golpeadores, pedófilos, violadores, etc, etc, etc). ¿Deberán estar todos sueltos y cometiendo sus fechorías durante toda su vida? ¿O tendremos que esperar hasta que su «buena conciencia» les diga que su conducta es indebida y que deberán cambiarla? ¡Eso es pura utopía! Hay muchísima gente que no tiene un gramo de conciencia durante toda su vida.
Además, como la violencia engendra más violencia, las personas respetuosas de la ley, cuando reciben un daño, se abstienen de tomarse venganza porque existe una justicia impartida por el aparato estatal que se supone dará justo castigo al autor del perjuicio. La legislación penal surgió como una necesidad de acabar con la venganza personal y los posibles excesos que ésta conlleva. Porque si cada vez que alguien recibe un daño de parte de otro le devuelve el mal tal vez hasta excediéndose, se forma una cadena de violencia de nunca acabar y así la vida social se transforma en un pandemonio. Si cuando las leyes son permisivas, los delitos se multiplican enormemente ¿cómo sería si no existieran leyes? Especialmente, las penales son indispensables. En cuanto a las demás, es opinable, si deberían existir o no.
El ser humano necesita vivir en sociedad, por lo tanto, la libertad no es absoluta. Nos guste o no. Quien desee una libertad completa, que se vaya a vivir a una isla desierta y allí puede hacer todo lo que se le dé la gana. Pero el problema no es la sociedad sino nuestro cuerpo que nos exige vivir en ella como condición para poder subsistir. Entonces, el problema es, en última instancia, nuestro exigente y limitado cuerpo y no tanto la sociedad ni el sistema. Porque, aunque éstos no nos impusieran leyes y reglas , nuestro cuerpo sí y ésas son las más opresoras de todas. Aún en la lejana prehistoria, cuando se supone que el hombre era más independiente, en realidad no lo era ya que debía conseguir el sustento consistente en agua y comida, abrigo y algún que otro remedio (algún yuyo) para intentar alivianar sus dolencias físicas. Lo peor de todo es que debemos beber agua e ingerir alimento todos los días. Y no cualquier cosilla, sino que el agua debe ser, además dulce y potable y los alimentos, tiene que ser adecuadamente preparados y cocidos. Y toda esta opresión no la inventaron la sociedad ni el sistema.
Además, el artículo se refiere solamente a las leyes y normas impuestas por la sociedad pero éstas no son las únicas a las que estamos sometidos, también están las leyes de la naturaleza que nos limitan y condicionan mucho más que las sociales, por ejemplo, la ley de gravedad, de impenetrabilidad de los cuerpos (muchas veces fatales), y tantas otras. Si hasta para algo tan sencillo como hacer funcionar un automóvil o un ordenador se necesita seguir ciertas condiciones indispensables (semejantes a reglas), no puedo hacerlo como se me dé la regalada gana sino siguiendo ciertos pasos, eso da la pauta de que vivimos cumpliendo reglas o aceptando condiciones de todo tipo (muchas veces, de manera inconsciente) casi todos los momentos de nuestra vida. Si algo tan simple como ver a mis espaldas me es imposible sino que debo darme vuelta, una condición a la que me limita mi cuerpo.
No es que a mí me encante cumplir reglas (creo que las odio más que nadie) pero no queda más remedio. También creo saber el porqué de este castigo al que estamos sometidos en este mundo, pero esa es otra historia.
Alina, tu enriquecedor comentario me ha hecho darme cuenta de que a mí, de verdad, la ley que menos me gusta de todas es la de la gravedad…me encantaría volar a mi antojo por todos lados.
En serio, y aunque sea otra historia, me dejas con una inmensa curiosidad… ¿Porqué crees que estamos sometidos a este «castigo» en este mundo? Para mi estar aquí, en este mundo tan polarizado y multicolor, es una oportunidad, no un castigo… Eso del «pecado original» hace tiempo que no me lo creo, justo desde que descubrí que los que me lo contaban en realidad sólo querían controlarme.
Hola, Vamos por parte, porque tu comentario me pareció de alguien que tiene mucho miedo, miedo a vivir, a relacionarse sin un intermediario externo como el Estado, alguien que busca SEGURIDADES en un universo inseguro por naturaleza. Voy a esbozarme, y mucho, para dar argumentos válidos y que no quede en la nada, porque es muy importante dejar en claro ciertas cosas que andan muy confusas, por la mayoría de comentarios pro-leyes que leí acá.
Dices: «»si no hubiera normas y leyes que limitaran la clara tendencia humana a perjudicar a otros, la vida en sociedad sería insostenible.»»
¿En qué hecho real te basas para suponer que la vida en sociedad sería insostenible sin estas leyes? Porque hubieron y hay miles de sociedades a lo largo del mundo y de la historia que han vivido SIN ESTADO (ni sus leyes) NI AUTORIDAD NI GOBIERNO en plena armonía, en apoyo mutuo, cooperación y horizontalidad, con sus propias normas regidas por la comunidad misma, y no por un ente regulador como el Estado que se impone ante todos, sino que el pueblo es quien toma las decisiones, no alguien (o algo) por encima del pueblo. Estudiar estas sociedades (tales como los Mbuti, los Semais de Malasia, los Nubios de Egipto, miles de pueblos originarios, etc etc) es imprescindible para entender que otras formas de vida y de economias (como la economia de regalo de los Semais, que no es trueque) fueron y son posibles.
Apoyar, sin investigar, la premisa de que «sin leyes estatales nos vamos a comer unos a los otros» (que encima esto es lo que YA esta sucediendo en el mundo con estas leyes) es de cómodo, miedoso y antisocial, es de alguien que sólo le interesa cuidar su propiedad privada, entonces como el Estado le da cierta ilusión de seguridad con respecto a sus bienes, ya no le interesa otra cosa mas que el Estado «cuide sus pertenencias» sin atisbar que el mismo Estado, que impone estas leyes pro-propiedad, es controlado por el capital (multinacionales) que busca dominar todas las esferas sociales y de producción, cometiendo genocidio y desalojo a los pueblos que habitan en zona de «recursos para multinacionales», fomentando con estas acciones destructivas la delincuencia y violencia de la que tanto se quejan los «cómodos, miedosos y protectores de su propio culo, y de su propiedad privada»
Y solamente hacer algo de caridad y solidaridad mientras tu vida la vives para ti mismo en su mayor parte (para tu propiedad privada y tu propio consumo y diversión), en realidad no es hacer nada mas que complacer tu deseo de pensar que «algo haces», mientras lo contrario es la realidad.
Tambien dices: «»Si en un mundo donde existen leyes que castigan el mal proceder y, aún así, estamos tapados de crímenes y delitos de toda clase ¿qué sería si estas leyes no existieran?»»
La respuesta es que NO LO SABRÍAMOS PORQUE NUNCA NOS PERMITIMOS (en esta sociedad capitalista) VER QUE PASA SI NOS MANEJÁRAMOS POR CUENTA PROPIA. Es tu miedo el que te hace poner los pelos de punta con esta pregunta que haces, es el miedo a perder tus propiedades, tu autito, tu casita o lo poco que pudiste conseguir, mientras los demás son víctimas de la pobreza y violencia que este Estado con sus leyes GENERA: DESIGUALDAD, DELINCUENCIA, VIOLENCIA, HAMBRE, POBREZA Y PROTECCION AL CAPITAL. ¿de que forma las leyes favorecen esto? facil: el Estado impone las leyes, y el capital (multinacionales) CONTROLA el Estado, ¿se piensan uds que el capital va a modificar las leyes que les favorecen? Las leyes las controla el Capital, o sea, que va a favorecer todas aquellas acciones que les brinden beneficios y ganancias (extractivismo) y a repudiar cualquier justa lucha del ciudadano a favor de sus derechos (lucha por desalojos de sus hogares y tierras, represion y asesinatos en zonas de recursos para las corporaciones)
Insistes con que: «»¿Vamos a estar expuestos al antojo del otro de si quiere o no respetar o no respetar la vida del otro?»»
¿No te das cuenta que es el Estado con sus leyes quien NO RESPETA LA VIDA DEL OTRO (ver lo q pasa con monsanto, minerias barrick gold, fracking, tala de arboles, desalojo y genocidio de pueblos, todo gracias a «leyes» que los favorecen)?
¿Y QUE ENTONCES LA GENTE (totalmente marginada, asesinada y desalojada de sus tierras e injertadas en villas) COMETE CRIMENES Y ROBOS JUSTAMENTE COMO CONSECUENCIA DE LA INJUSTICIA TOTAL QUE IMPARTE EL ESTADO CONTROLADO POR EL CAPITAL?
Sigues repitiendo: «»¿Y qué hacer con los asesinos seriales, delincuentes comunes (cuyos crímenes, muchas veces, no son tan comunes), golpeadores, pedófilos, violadores, etc, etc, etc).?»»
Las sanciones autoritarias no consiguen solucionar conflictos; las prisiones, lejos de proporcionar bienestar, aniquilan todas las cualidades y capacidades que hacen que el hombre viva en sociedad. Ante esta situación los escépticos podrían afirmar que una sociedad sin la autoridad de un magistrado viviría en el caos, pero eso no lo sabemos (podria o no ser, lo que SÍ sabemos es que el caos, delincuencia y violencia YA esta sucediendo con estas leyes). Podemos ver con facilidad que los legisladores, los jueces y las prisiones NO solucionan los problemas de la sociedad. La diferencia radica en las vías para solucionar esos conflictos: si por medios argumentativos o por medios contraprestatarios y/o coactivos.
El delito no se elimina por medio de la represión, si queremos eliminar el crimen, debemos eliminar las condiciones que lo hacen posible. NO EXISTE OTRA POLÍTICA CRIMINAL HONESTA QUE LA GENERACIÓN DE LAS CONDICIONES SOCIALES QUE TORNEN IMPROBABLE EL CRIMEN. Y el capitalismo, con su Estado y leyes ya cooptados, GENERA las condiciones que hacen probables al crimen, por su desigualdad, hambre y genocidio que comete.
No paras de enfatizar tus miedos, y dices: «»¿Deberán estar todos sueltos y cometiendo sus fechorías durante toda su vida? ¿O tendremos que esperar hasta que su “buena conciencia” les diga que su conducta es indebida y que deberán cambiarla? ¡Eso es pura utopía! Hay muchísima gente que no tiene un gramo de conciencia durante toda su vida.»»
Devuelta tus miedos, ¿por que denuncias tan facilmente que «hay muchisima gente sin un gramo de conciencia»? ¿ACASO NO VES QUE JUSTAMENTE LOS QUE NO TIENEN CONCIENCIA SON LOS DUEÑOS DEL CAPITAL Y SUS MULTINACIONALES QUE DOMINAN LOS ESTADOS Y SUS LEYES? ¿NO VES QUE POR MEDIO DE SUS ACCIONES VIOLENTAS Y GENOCIDAS SON «LOS MAXIMOS DELINCUENTES DEL MUNDO»? ¿NO VES QUE EL ESTADO LOS PROTEGE Y FAVORECE CON LAS LEYES MAS INJUSTAS? Por dios no seamos tan ciegos. Si tanto te preocupa que «no haya delincuentes», ¿por que proteges a estas leyes que a su vez protegen a los maximos delincuentes del mundo?
Quizas me refutes diciendo: “pero quizas se puedan cambiar las leyes injustas y dejar las leyes justas” Siiii JAJAJJAJA ¡HAGANME REIR! : el Estado impone las leyes, y el capital (multinacionales) CONTROLA el Estado, ¿se piensan uds que el capital va a modificar las leyes que les favorecen? JAJAJJAJAJA HAGANME REIR, sigamos con la ingenuidad por toda la eternidad entonces.
La pregunta esencial que le sigue aquí es la siguiente: ¿o somos nosotros y aprendemos a convivir entre nos (con las dificultades y desafios que esto conlleva), o seguimos dependiendo (brindandoles nuestro poder) del Estado que es controlado por el capital y las multinacionales, quienes cada vez mas nos oprimen y matan literalmente con sus politicas genocidas, extractivistas y consumistas, generando la destruccion de los ecosistemas y de nuestros pueblos, y generando tambien, a su vez, las condiciones para la pobreza que luego desencadenan en la delincuencia?
Dices: «»La legislación penal surgió como una necesidad de acabar con la venganza personal y los posibles excesos que ésta conlleva.»»
Te pregunto: la legislacion, ¿terminó con el hambre, la pobreza y la delincuencia? ¿o la agravó más, beneficiando a corporaciones con leyes que permiten el extractivismo (que desaloja y mata), mientras que con otras leyes limitan y oprimen cada vez mas al ciudadano, como la «ley antiterrorista» «ley patente de semillas monsanto», y tantas otras?
¿Acaso la legislacion no es el ente que GENERA MAS DESIGUALDAD, VIOLENCIA Y POBREZA en el mundo? ya que cuando alguien se quiere defender de estas corporaciones, las leyes te dicen que te quedes callado y que no hagas nada porque la ley los favorece, y cuando quieres manifestarte la «ley anititerrorista» (por poner tan solo un ejemplo) te dice que no lo hagas y te mete preso. ¡Que justa es la ley del Estado, eh?!
¿ACASO PODES VER LA INJUSTICA DE LA LEY DEL ESTADO, MEJOR DICHO, DEL CAPITAL?
Y esta MAYOR INJUSTICIA DE TODAS (extractivismo, desalojo y genocidio de pueblos y ecosistemas que necesitamos para respirar), que es la mas grande de todas poniendo en peligro al planeta entero y todas sus especies, desencadena otras pequeñas injusticas: el desalojado y ahora insertado a la fuerza a las villas a veces no le queda otra mas que salir a robar, ¿la culpa es de la persona o de multinacional que desalojó y destruyó a todo su pueblo para hacer fracking o mineria o productos monsanto ABALADO POR LAS LEYES DEL ESTADO?
CRIMEN
La cárcel es la institución que más concretamente simboliza la dominación. ¿Quién nos protegerá sin policía? En nuestra sociedad, la policía se beneficia de una tremenda cantidad de publicidad, influida por los medios de comunicación que siembran el temor con la cobertura del delito o con la avalancha de películas y programas de televisión
en que los policías aparecen como héroes y protectores. Sin embargo, muchas
experiencias de las personas contrastan fuertemente con esta torpe propaganda.
En una sociedad jerárquica, ¿a quién protege la policía? ¿Quién tendrá más
miedo a la delincuencia, y quien tendrá más que temer de la policía? La policía y el crimen forman las mandíbulas que se entrelazan de una trampa que impide a las personas escapar de situaciones de opresión, o rescatar a sus comunidades de la violencia, la pobreza y la fragmentación.
Históricamente, la policía no se desarrolla a partir de una necesidad social
de proteger a las personas de la creciente delincuencia. En los Estados Unidos,
las fuerzas de la policía moderna surgen en un momento en que el crimen ya
estaba disminuyendo. Por el contrario, la institución de la policía surgió como
un medio para dar a la clase dominante un mayor control sobre la población y
ampliar el monopolio del Estado en la resolución de los conflictos sociales. Esto
no fue una respuesta al crimen o un intento de resolverlo, al contrario, coincidió
con la creación de nuevas formas de delincuencia. Al mismo tiempo las fuerzas
policiales estaban siendo ampliadas y modernizadas, la clase dominante empezó a
criminalizar conductas predominantes en la clase baja, las que previamente habían
sido aceptadas, tales como la vagancia, el juego, y el emborrachamiento público.
Los que tienen la autoridad definen la «actividad criminal», según sus propias
necesidades, y luego presentan sus definiciones como neutrales y atemporales.
Por ejemplo, muchas más personas pueden morir por la contaminación y los
accidentes relacionados con el trabajo que por las drogas, pero son los traficantes de drogas los marcados como una amenaza para la sociedad, no los dueños de las fábricas. Y aun cuando los dueños de fábricas rompen la ley de una manera que
mata a la gente, no son enviados a prisión.
Hoy en día, más de dos tercios de los presos en los EE.UU. están encerrados
por delitos no violentos. No es de extrañar que la mayoría de los presos son gente
pobre y gente de color, debido a la criminalización de las drogas y la inmigración,
las penas desproporcionadamente severas para las drogas normalmente utilizadas
por la gente pobre, y la mayor posibilidad de que la gente de color sea condenada
o sancionada más severamente por los mismos crímenes. Asimismo, la intensa
presencia de la policía militarizada en los ghettos y barrios pobres se relaciona con
el hecho de que la delincuencia se mantiene alta en los barrios mientras las tasas
de encarcelación aumentan. La policía y las prisiones son los sistemas de control
que mantienen las desigualdades sociales, siembran el miedo y el resentimiento,
excluyen y alienan a comunidades enteras, y ejercen la violencia extrema contra
los sectores más oprimidos de la sociedad.
Los que pueden organizar sus propias vidas dentro de sus comunidades están
mejor equipados para protegerse a sí mismos. Algunas sociedades y comunidades
que han ganado autonomía frente al Estado organizan patrullas de voluntarios
para ayudar a las personas necesitadas y desalentar las agresiones. A diferencia de
la policía, estos grupos por lo general no tienen autoridad coercitiva o una estructura
burocrática cerrada, y es más probable que se compongan de voluntarios del
mismo barrio. Se centran en la protección de las personas en lugar de la propiedad
o el privilegio, y en ausencia de un ordenamiento jurídico ellos responden a las
necesidades de la gente y no a un protocolo inflexible. Otras sociedades se organizan
contra el daño social sin la creación de instituciones específicas. En su lugar,
utilizan sanciones difusas — respuestas y actitudes extendidas en la sociedad y
propagadas en la cultura — para promover un ambiente seguro.
Un crimen es la violación de una ley escrita, y las leyes son impuestas por cuerpos de la élite. En última instancia, la cuestión no es si alguien está dañando a los demás, sino si
está desobedeciendo las órdenes de la élite. Como respuesta al crimen, el castigo
crea jerarquías de moralidad y poder entre el criminal y los dispensadores de la
justicia. Niega al criminal los recursos que pueda necesitar para reintegrarse en
la comunidad y para detener a daño a los demás.
En una sociedad empoderada, la gente no necesita leyes escritas, ellos tienen
el poder de determinar si alguien les está impidiendo el cumplimiento de sus
necesidades, y pueden acudir a sus compañeros para ayudar a resolver los conflictos.
Desde este punto de vista, el problema no es el delito, sino el daño social —
acciones tales como un asalto y conducir ebrio, las que en realidad perjudican a
otras personas. Este paradigma acaba con la categoría de crimen sin víctimas, y
pone de manifiesto lo absurdo de la protección de los derechos de propiedad de los
privilegiados por sobre las necesidades de supervivencia de otros. Los atropellos
típicos de la justicia capitalista, como detener al hambriento por robar a los ricos,
no sería posible en un paradigma basado en las necesidades.
TAN SOLO ALGUNOS EJEMPLOS:
1) Durante la huelga general de febrero de 1919 en Seattle, los trabajadores se
hicieron cargo de de la ciudad. Comercialmente, Seattle fue cerrada, pero los
trabajadores no dejaron que reinara el caos. Por el contrario, se mantuvieron
todos los servicios vitales funcionando, pero organizados por los trabajadores sin
la gestión de los jefes. Los trabajadores fueron los que hicieron marchar la ciudad,
y durante la huelga demostraron que sabían cómo llevar a cabo su trabajo sin
interferencias de gestión. Coordinaron la organización de toda la ciudad a través
del Consejo General de Huelga, compuesto por trabajadores de todos los sindicatos
locales; la estructura fue similar, y tal vez inspirada por la Comuna de París. Los
sindicatos locales y grupos específicos de trabajadores permanecieron autónomos
sobre sus puestos de trabajo sin la gestión o la interferencia del Consejo o de
cualquier otro cuerpo. Los trabajadores eran libres de tomar la iniciativa en el
ámbito local. Los conductores de carros lecheros, por ejemplo, establecieron un
sistema de distribución de leche en los barrios que los jefes, limitados por el afán
del lucro, nunca habrían permitido.
Los trabajadores en huelga recogieron la basura, hicieron funcionar las cafeterías
públicas, distribuyeron comida gratis, y mantuvieron los servicios del
departamento de bomberos. También brindaron protección contra comportamientos
antisociales — robos, asaltos, asesinatos, violaciones: la ola de crímenes que
los autoritarios siempre han pronosticado. Una guardia ciudadana compuesta por
veteranos militares desarmados caminaba por las calles para vigilar y responder
a las peticiones de ayuda, a pesar de que estaban autorizados solamente a utilizar
advertencias y persuasiones. Ayudados por los sentimientos de solidaridad que
crean un tejido social más fuerte durante la huelga, los guardias voluntarios fueron
capaces de mantener un ambiente de paz, cumplimiento que el Estado por sí
mismo no puede.
Este contexto de solidaridad, comida gratis y empoderamiento de la gente común,
jugó un papel en detener el crimen en su origen. Las personas marginadas
ganan oportunidades de participar en la comunidad, de tomar decisiones, y de la
inclusión social que se les niega en un régimen capitalista. La ausencia de policía,
cuya presencia pone de relieve las tensiones de clase y crea un ambiente hostil,
puede en realidad disminuir el crimen de la clase baja. Incluso las autoridades
comentan sobre cómo está organizada la ciudad: El mayor general John F. Morrison,
radicado en Seattle, afirmó que nunca había visto «una ciudad tan tranquila
y ordenada». La huelga fue en última instancia, cerrada por la invasión de miles
de soldados y diputados de la policía, junto con la presión del liderazgo sindical.
2) En la ciudad de Oaxaca en el 2006, durante los cinco meses de autonomía durante
la revuelta, la APPO, la asamblea popular organizada por los profesores en
huelga y otros activistas para coordinar su resistencia y organizar la vida en la
ciudad de Oaxaca, estableció una vigilancia de voluntarios que ayudaron a mantener
las cosas en paz en circunstancias especialmente violentas y divisionistas.
Por su parte, la policía y los paramilitares mataron a más de diez personas – este
fue el único baño de sangre en ausencia del poder estatal.
El movimiento popular de Oaxaca fue capaz de mantener una relativa paz
a pesar de toda la violencia impuesta por el Estado. Esto se logró mediante la
modificación de una costumbre indígena en la nueva situación: ellos utilizaron
topiles, vigilancias rotativas que mantenían la seguridad en las comunidades
indígenas. El sindicato de profesores ya utilizaba topiles como voluntarios de
seguridad durante el campamento, antes de la formación de la APPO, y en la APPO
rápidamente se extendió la práctica como parte de una comisión de seguridad
para proteger la ciudad contra la policía y los paramilitares. Una gran parte de
los deberes de los topiles incluían la ocupación de edificios gubernamentales y la
defensa de las barricadas y ocupaciones. Esto significaba que a menudo tuvieron
que luchar contra la policía armada y los paramilitares con nada más que piedras
y petardos.
3) Los que quieren una solución a menudo tienen que buscarla
fuera de los tribunales. Una dictadura militar tomó el poder en Argentina en 1976
y llevó a cabo una «guerra sucia» contra los izquierdistas, torturando y matando
a 30.000 personas; los oficiales responsables de la tortura y las ejecuciones fueron
indultados por el gobierno democrático que sucedió a la dictadura. Las Madres de
la Plaza de Mayo, que comenzaron a reunirse para exigir un fin a las desapariciones
y para saber qué pasó con sus hijos, fueron una fuerza social importante para
poner fin al reinado de terror. Como el gobierno nunca ha tomado medidas serias
para responsabilizar a los asesinos y torturadores, la gente ha elaborado una
justicia popular que se basa y va más allá de las protestas y actos conmemorativos
organizados por las Madres.
Claramente tú no vives en este mundo. Deja de lado las fantasías utópicas, deja de leer historietas y lee la verdadera Historia de la humanidad y te darás cuenta que desde el momento en que dos personas (sólo dos) comienzan a convivir o a compartir un ámbito ahí ya nacen las reglas.
Haz dicho muchas cosas interesantes. Dios hizo al hombre libre, pero fue el mismo hombre quien no quizo ser libre y se labro su propio sometimiento con la desobediencia. Para no ser tanextenso todo estado que somete a sus conciudadanos a pensar y vivir como su lider lo manda se convierten algun dia en estados de manipuladores, mentirosos mediaticos, abusadores, despotas, tiranos, enemigos del pueblo que dicen defender. Ejemplo: Korea del Norte, Venezuela, Cuba, algunas republicas exsovieticas, algunas republicas de africa y de Asia. Es el estado Igualitario del socialismo que desconoce lo hermoso de la libertad.
Claramente, existe la necesidad de unas normas. Considero que el texto de ahí arriba no está reñido con ello. Las partes más importantes dicen que es un error, imponer esas normas desde una tiranía del miedo que provocan las sanciones o penas, y en esa parte estoy muy de acuerdo.
Al individuo, en su formación, ha de dársele la oportunidad de razonar el por qué de esas normas; si no hay razonamiento intrínseco a la norma no habrá una aceptación activa del individuo, y por tanto obtendremos un borrego (que muchas veces hace más daño que otros que están fuera de la ley).
El texto dice que lo ideal sería que en cada uno de nosotros naciese el rechazo a sobrepasar ciertos límites desde el amor a nosotros mismos y a los demás (y esto no es espiritual, sino puramente psicológico). Si no hay libertad de pensamiento, no hay individuo.
Otra cosa es que aquellos que no comprendan ese por qué o les resulte indiferente tengan también la sanción para limitarles, pero jamás ha de ser el punto inicial, ni la causa intrínseca. Es un error MUY GRAVE criar a alguien desde el miedo, imagínate hacerlo con poblaciones enteras.
Si no hay un planteamiento de las verdades en las que se basan las leyes, ¿cómo vamos a adaptarlas para mejorarlas? ¿cómo vamos a luchar ante un Estado corrupto cuando haya que hacerlo? ¿Ante la promesa de una vida mejor en el cielo?
Eso era exactamente la Edad Media.
Sólo recordar que el texto está queriendo que reflexionemos sobre todas las supuestas verdades impuestas a nivel social, que vamos mamando desde niños, y que conllevan los pilares de un control social. De ahí que plantee la libertad como algo absoluto: no es que el autor piense que deba ser total, es que como concepto en sí la libertad es absoluta. Otra cosa es que como dice él, decidamos no hacer ciertas cosas en pos de una convivencia.
Lógicamente, la frasecita está bien cuando eres consciente de que el respeto es la norma interna que debe guiarte en las relaciones, no las normas externas que la sociedad trata de imponerte, y que varían de una zona del planeta a otra, y que incluso cambian con el tiempo dentro de la misma zona.
Y el concepto de ese respeto (y hasta sus límites) sí que debe estar claro para todos, por lo obvio que resulta: No hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a tí. Es lo mínimo que se le puede pedir a alguien que todavía esté en sus cabales.
Otra cosa sería: Haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a tí. Eso ya implica algo de amor y, a lo peor, no todo el mundo está dispuesto a hacerlo gratuitamente. Por ejemplo, si vas por la calle, puedes no darle un pisotón a alguien con quien te cruzas (porque no te gustaría que te lo diesen a tí), pero también puedes darle los buenos días o sonreirle (porque te gustaría que te dieran los buenos días o te sonrieran a tí). Claro que esta sociedad tan deshumanizante ha hecho de esto último algo mal visto, cuando en realidad sería lo más sano y natural (y lo que se hacía espontáneamente en los pueblos hace tiempo, todos se saludaban por la calle, aunque no se conocieran).
Eso nos llevaría a otra cuestión: ¿Porqué está cada vez peor visto (literalmente) este pequeño detalle? ¿A quién beneficia que nos vayamos separando como individuos? ¿Quién está en contra de la cooperación, la solidaridad, la empatía y la hermandad entre los ciudadanos? ¿Cuánta gracia le haría a los políticos, a los bancos, a las multinacionales, a los militares, a las religiones y a unos cuantos más que nos diéramos cuenta de que podemos funcionar perfectamente como sociedad sin su «ayuda»?
Habría que ir abriendo los ojos, ¿no les parece?, porque esto parece que va cada vez peor… Quizá este video pueda darnos alguna pista al respecto:
Que lo disfruten mucho, o más todavía!!!
¿Apoptosis de Gazzeta del Apocalipsis?
Sin duda, algo parece estar pasando en el interior del autor… quizá no sea apoptosis, y se trate simplemente del natural proceso proteico que opera en las personas que empiezan a tomar conciencia del alcance de sus actos. Si fuese así, los artículos cada vez serían menos «apocalípticos» porque, para catástrofes, ya tenemos bastante con su otro blog del robot pescador.
Claro que hay que informar de esas cosas (y el robot es bastante bueno haciéndolo), pero sin perder de vista el objetivo principal: Tratar de conocernos, para darnos cuenta del inmenso poder que tenemos para cambiar el curso de los acontecimientos… simplemente cambiando nosotros primero.
Creo que el artículo no está tan mal como dicen otro comentarios, (pero como cada quién es libre de pensar lo que le venga en gana…)
En sí, como bien dice la Gazzetta, no puede ser que convivamos en una sociedad en la que nadie sepa el verdadero significado de la libertad. No puede ser que actualmente todo se base en castigos, pero tampoco hay que llegar al punto que se da a entender en este artículo. Es decir, una persona debe aprender de sus actos, pero si se puede evitar todo ello con una educación sana no tendría por qué haber actos que te ayuden a saber lo que está bien o mal.
No se necesita llevar a la práctica si llegas a aprender el significado real de estos conceptos.
En sí, un ejemplo puede ser el «libertinaje» es una palabra que detesto, porque en cuanto alguien ve que te intentas expresar fuera de los límites a los que no ha podido llegar, la dice, para poder excusarse.
La libertad, como bien se dice, la debemos poner nosotros, pero de acuerdo a lo que necesita toda la sociedad que nos rodea, entiendo perfectamente eso, convivir no debería suponer un problema mayor.
Algún punto sensible has debido de tocar, leyendo los comentarios….
La frase que mencionas es un cajón de sastre peligroso, no dice nada y a la vez dice que no puedes hacer lo que te de la gana. El verdadero amor sólo surge cuando lo haces porque te da la gana, todo lo demás tal vez bajo la norma se esconda superficialmente, pero sale de alguna manera,,,, no creo que la represión sea el mejor camino para la paz.
Y no estoy diciendo que no exista la policía, o negando ciertas normas cívicas,,,, pues necesitamos seguridad y protección,,,, pero estoy segura de que hay otras formas muchiiiiiisimo mejores para ayudar a comprender a un niño el poder de tratar bien a los demás,,,, como una parte de sí mismo.
Aquí les dejo una pulguilla, para el que se quiera rascar,..
La libertad es un atributo del alma, es mucho más que un concepto discutible,. ni siquiera una realidad concreta. No puede ser impuesta ni limitada desde el exterior. Es un atributo de la vida, el amor y la belleza,. Quién limita «la libertad», con reglas y sanciones, realmente no está limitando nada, está imponiendo una voluntad, individual o colectiva, bien intencionada o cómo un medio de dominio,. pero aún en un sistema represor a máximo grada, por ejemplo, la peor de las prisiones del mundo, aun así, la verdadera libertad no podría ser coartada,
El peor acto de crueldad del mundo no puede calificarse como un atentado a la libertad de los demás, ni las leyes que lo reprimen pueden ser represoras de una supuesta libertad individual,. Entonces hablemos de reglas de convivencia o medios de manipulación y dominio.
La verdadera libertad, nace de un corazón humilde y amoroso, que no obra por la voluntad de un individuo, sino que es expresión espontanea de la Vida, está en los fundamentos de la naturaleza, nadie la puede otorgar, nadie la puede recibir, amenazar o proteger. No puede ser impuesta ni limitada en ninguna forma, por que no tiene nada que ver con el mundo exterior.
Solo es libre el hombre que es señor sobre sus instintos y su egoísmo, que no necesita nada, que no lucha por ninguna causa.. que vive en paz y plenitud,.
El día que los hombres sean libres, efectivamente, no necesitaremos reglas de convivencia, y no habrá nadie quien intente imponer su voluntad. Mientras tanto, los locos del mundo, que somos todos, debemos someternos a reglas de auto protección y normas que tiendan a la protección y seguridad de la integridad humana. Pero todo esto nada tiene que ver con la libertad real.
Nadie es libre sino aquél que vive desde un mundo interior, en armonía con todo, en paz consigo mismo y con todos,. Esa libertad es intocable, el mundo no la conoce y no puede ser limitada ni violada de ninguna forma. Es un atributo del Ser y la Consciencia, eterna e inalterable.
Creo que estamos equivocados cuando definimos la libertad en relación a los actos de los «hombres» y a sus peculiaridades y no la vemos como lo que realmente es, una potestad del espíritu. Nada la puede condicionar, limitar ni proscribir, es inalterable, inmutable y está mas allá de toda voluntad humana. Todo lo que vemos, en el mundo de los sentidos, y de los sinsentidos, son reglas de convivencia o de dominio, que no la pueden afectar en ninguna forma.
El articulo tiene mas de un valor, cuando dice, por ejemplo, que es una expresión de la consciencia y no un dádiva o garantía de la sociedad, la moral, religión, etc.
La verdadera y única libertad, no es compatible con las relaciones humanas, y aunque puedan coexistir, no son equiparables, obedecen a leyes distintas y no están en el mismo espacio tiempo de manifestación de la consciencia. Así como nadie puede imponer la obligación de amar, ni nada puede prohibirlo, la libertad es igual, no puede ser afectada desde el exterior.
Què idea tiene el autor de la naturakeza humana! Es desestabilizante.
En el artículo anterior nos incitaba al màs rotundo individualismo sin tener en cuenta que el hombre es un animal social.
En este, incita a aplicar individualmente un concepto personal de ,libertad, sin tener en cuenta las características del ser humano, desarrolladas durante la competiciòn evolutiva,
total caos y falta de uniòn, orden y claridad de objetivis pata una acciòn libertadira en comùn con el resto de oprimidos.
Hola, ¿acaso tu tienes bien en claro «cual es la naturaleza humana»? ¿podrías afirmar que la «competición evolutiva» (como afirmas) es la «única» característica de nuestra naturaleza y de la de los seres vivos?
A mi parecer malinterpretaste el artículo anterior: no incita para nada al individualismo como negación de lo social. No niega en ningún momento de que el hombre es un ser social (o un animal social como dices), sino que incita a ser tu mismo y no como el sistema quiere que sean todos de forma homogénea: clones con los mismos gustos, pensamientos y atracciones, manipulados por los grandes medios (etc) y funcionales al sistema. Ahora, ese «ser tú mismo» no implica ser antisocial, esa fue tu errónea interpretación a mi parecer. Puedes tener tu particular (y no homogénea) individualidad en armonía con el resto de las personas, sin ser antisocial. Una cosa no quita la otra.
Y en lo siguiente de tu comentario parece ser que das por sentado (como si fuese la única y absoluta verdad) de que «sabes» con seguridad y sin dudas (sino las hubieras manifestado) cuales son las características del ser humano y de la vida en el planeta. Tal como dices parece ser que «solo» tienes en cuenta la competición evolutiva (darwinismo): «las características del ser humano, desarrolladas durante la competiciòn evolutiva, total caos y falta de unión, orden y claridad de objetivos pata una acciòn libertadira en comùn con el resto de oprimidos.» (como dices)
Pero, me pregunto ¿son esas las únicas cualidades en la evolución? ¿son esas las únicas cualidades de los humanos y los seres vivos? ¿te has puesto a observar detenidamente a los animales como actúan en los ecosistemas? Me parece muy enriquecedor si analizamos lo siguiente:
LA TEORIA DE DARWING
Esta ley básica de la selección natural y la supervivencia del más apto comparte
la idea de la lucha por la vida. Ésta se manifiesta principalmente entre los
individuos de una misma especie, donde cada uno lucha por el predominio y por el acceso a la reproducción (selección sexual).
Herbert Spencer, quien, antes de Darwin, había esbozado ya el plan de un vasto sistema de filosofía sintética, extendió la idea de la evolución, por una parte, a la materia inorgánica (Primeros Principios 1862) y, por otra parte, a la sociedad y la cultura (Principios de Sociología, 1876). Para él, la lucha por la vida y la supervivencia del más apto representan no solamente el mecanismo por el cual la vida se transforma y evoluciona, sino también la «única vía» de todo progreso humano. Sienta así las bases de lo que se llamará el darwinismo social, cuyos dos hijos, el feroz capitalismo manchesteriano y el ignominioso racismo fuero tal vez más lejos de lo que aquel pacífico burgués podía imaginar.
COMPLETANDO LA VISIÓN DE DARWING:
EL APOYO MUTUO (de Kropotkin)
Kropotkin queda conmovido por el trabajo de Th. Huxley (discípulo fiel de Darwin), quien publica en 1888 un artículo que como su mismo título indica, es todo un manifiesto del darwinismo social: The Struggle for life. A Programme (La lucha por la vida, un programa). En este artículo Kropotkin ve expuestas las ideas sociales contra las que siempre había luchado, fundadas en las teorías científicas a las que consideraba como culminación del pensamiento biológico contemporáneo. Reacciona contra él y, a partir de 1890, se propone refutarlo en una serie de artículos que más tarde amplía y complementa al reunirlos en un volumen titulado «El apoyo mutuo. Un factor de la evolución.»
Considera, pues, el manifiesto huxleyano como una interpretación unilateral y, por tanto,
falsa de la teoría darwinista del «struggle for life» (lucha por la vida) y le propone demostrar que, junto al principio de la lucha (de cuya vigencia no duda), se debe tener en cuenta otro, más importante que aquél para explicar la evolución de los animales y el progreso del hombre.
Este principio es el de la ayuda mutua entre los individuos de una misma especie (y, a veces, también entre las de especies diferentes). El mismo Darwin había admitido este principio. En el prólogo a la edición de 1920 de «El apoyo mutuo», escrito pocos meses antes de su muerte, Kropotkin manifiesta su alegría por el hecho de que el mismo Spencer reconociera la importancia de «la ayuda mutua y su significado en la lucha por la existencia’. Ni Darwin ni Spencer le otorgaron nunca, sin embargo, el rango que le da Kropotkin al ponerla al mismo nivel (cuando no por encima) de la lucha por la vida como factor de evolución.
Tras un examen bastante minucioso de la conducta de diferentes especies animales, desde los escarabajos sepultureros y los cangrejos de las Molucas hasta los insectos sociales (hormigas, abejas etc.), para lo cual aprovecha las investigaciones de Lubbock y Fabre; desde el grifo-hálcón del Brasil hasta el frailecico y el aguzanieves desde cánidos, roedores, angulados y rumiantes hasta elefantes, jabalíes, morsas y cetáceos; después de haber descripto particularmente los hábitos de los monos, que son entre todos los animales ‘los más próximos al hombre por su constitución y por su inteligencia’, concluye que en todos los niveles de la escala zoológica existe vida social y que, a medida que se asciende en dicha escala, las colonias o sociedades animales se tornan cada vez más conscientes, dejan de tener un mero alcance fisiológico y de fundamentarse en el instinto, para llegar a ser, al fin, racionales. En lugar de sostener, como Huxley, que la sociedad humana nació de un pacto de no agresión, Kropotkin
considera que ella existió desde siempre y no fue creada por ningún contrato, sino que fue anterior inclusive a la existencia de los individuos. El hombre, para él, no es lo que es sino por su sociabilidad, es decir, por la fuerte tendencia al apoyo mutuo y a la convivencia permanente. Se opone así al contractualismo, tanto en la versión pesimista de Hobbes (honro homini lupus), que fundamenta el absolutismo monárquico, cómo en la optimista de Rousseau, sobre la cual se considera basada la democracia liberal. Para Kropotkin igual que para Aristóteles, la sociedad es tan connatural al hombre como el lenguaje. Según Kropotkin, la existencia del hombre depende siempre de una coexistencia. El hombre existe para la sociedad tanto como la sociedad para el hombre.
Sin dejar de reconocer, pues, que la idea de la lucha por la vida, tal como la propusieron
Darwin y Wallace, resulta sumamente fecunda, en cuanto hace posible abarcar una gran
cantidad de hechos bajo un enunciado general, insiste en que muchos darwinistas han
restringido aquella idea a límites EXCESIVAMENTE ESTRECHOS y tienden a interpretar el mundo de los animales como un sangriento escenario de luchas ininterrumpidas entre seres siempre hambrientos y ávidos de sangre. Gracias a ellos la literatura moderna se ha llenado con el grito de ‘vae victis» (¡ay de los vencidos!), grito que consideran como la última palabra de la ciencia biológica. Elevaron la lucha sin cuartel a la condición de principio y ley de la biología y pretenden que a ella se subordine el ser humano.
Pero la decidida oposición al malthusianismo, que propicia la muerte masiva de los
pobres por su inadaptación al medio, y la lucha contra Huxley, que no encuentra otro factor de evolución fuera de la perenne lucha sangrienta, no significan que Kropotkin se adhiera a una visión idílica de la vida animal y humana ni que se libre, como muchas veces se ha dicho, a un optimismo desenfrenado e ingenuo. Como naturalista y hombre de ciencia está lejos de los rosados cuadros galantes y festivos del rococó, y no comparte simple y llanamente la idea del bien salvaje de Rousseau. Pretende situarse en un punto intermedio entre éste y Huxley. El error de Rousseau consiste en que perdió de vista por completo la lucha sostenida con picos y garras, y Huxley es culpable del error de carácter opuesto; pero ni el optimismo de Rousseau ni el pesimismo de Huxley pueden ser aceptados como una interpretación desapasionada y científica de las naturaleza.
— De la gran masa de datos zoológicos que ha reunido infiere, pues, que aunque es cierta la lucha entre especies diferentes y entre grupos de una misma especie, en términos generales debe decirse que la pacífica convivencia y el apoyo mutuo reinan dentro del grupo y de la especie, y, más aún, que aquellas especies en las cuales más desarrollada está la solidaridad y la ayuda recíproca entre los individuos tiene mayores posibilidades de supervivencia y evolución. —
El principio del apoyo mutuo no constituye, por tanto, para Kropotkin, un ideal ético ni
tampoco una mera anomalía que rompe las rígidas exigencias de la lucha por la vida, sino un hecho científicamente comprobado como factor de la evolución, paralelo y contrario al otro factor, el famoso «struggle for life» (lucha por la vida). Es claro que el principio podría interpretarse como pura exigencia moral del espíritu humano, como imperativo categórico o como postulado o fundacional de la sociedad y de la cultura. Pero en ese caso habría que adoptar una posición idealista o, por lo menos, renunciar al materialismo mecanicista y al naturalismo antiteológico que Kropotkin ha aceptado. Si tanto se esfuerza por demostrar que el apoyo mutuo es un factor biológico, es porque sólo así quedan igualmente satisfechas y armonizadas sus ideas filosóficas y sus ideas socio-políticas en una única «Weitanschaung» acorde, por lo demás, con el espíritu
de la época.
La concepción huxleyana de la lucha por la vida, aplicada a la historia y la sociedad
humana, tiene una expresión anticipada en Hobbes, que presenta el estado primitivo de la humanidad como lucha perpetua de todos contra todos. Esta teoría, que muchos darwinistas como Huxley aceptan complacidos, se funda, según Kropotkin, en supuestos que la moderna etnología desmiente, pues imagina a los hombres primitivos unidos sólo en familias nómadas y temporales. Invoca, a este respecto, lo mismo que Engels, el testimonio de Morgan y Bachofen. La familia no aparece así como forma primitiva y originaria de convivencia sino como producto más bien tardío de la evolución social. Según Kropotkin, la antropología nos inclina a pensar que en sus orígenes el hombre vivía en grandes grupos o rebaños, similares a los que constituyen hoy muchos mamíferos superiores. Siguiendo al propio Darwin, advierte que no fueron monos solitarios, como el orangután y el gorila, los que originaron los primeros homínidos o antropoides, sino al contrario, monos menos fuertes pero más sociables, como él
chimpancé.
La información antropológica y prehistórica, obtenida al parecer en el Museo
Británico, es abundante y está muy actualizada para el momento. Con ella cree Kropotkin demostrar ampliamente su tesis. El hombre prehistórico vivía en sociedad: las cuevas de los valles de Dordogne, por ejemplo, fueron habitadas durante el paleolítico y en ellas se han encontrado numerosos instrumentos de sílice. Durante el neolítico, según se infiere de los restos palafíticos de Suiza, los hombres vivían y laboraban en común y al parecer en paz. También estudia, valiéndose de relatos de viajeros y estudios etnográficos, las tribus primitivas que aun habitan fuera de Europa (bosquimanos, australianos, esquimales, hotentotes, papúes, etc.), en todas las cuales encuentra abundantes pruebas de altruismo y espíritu comunitario entre los miembros del clan y de la tribu. Adelantándose en cierta manera a estudios etnográficos posteriores, intenta desmitologizar la antropofagia, el infanticidio y otras prácticas semejantes (que antropólogos y misioneros de la época utilizaban sin duda para justificar la opresión colonial). Pone de relieve, por el contrario, la abnegación de los individuos en pro de la comunidad, el débil o inexistente sentido de la propiedad privada, la actitud más pacífica de lo que se suele suponer, la falta de gobierno.
En este punto, Kropotkin es evidentemente un precursor de la actual antropología política de Clastres. Aunque considera inaceptable tanto la visión rousseauniana del hombre primitivo cual modelo de inocencia y de virtud, como la de Huxley y muchos antropólogos del siglo XIX, que lo consideran una bestia sanguinaria y feroz, cree que esta segunda visión es más falsa y anticientífica que la primera.
En su lucha por la vida -dice Kropotkin- el hombre primitivo llegó a identificar su propia existencia con la de la tribu, y sin tal identificación jamás hubiera negado la humanidad al nivel en que hoy se halla. Si los pueblos «bárbaros» parecen caracterizarse por su incesante actividad bélica, ello se debe, en buena parte, según nuestro autor, al hecho de que los cronistas e historiadores, los documentos y los poemas épicos, sólo consideran dignas de mención las hazañas guerreras y pasan casi siempre por alto las proezas del trabajo, de la convivencia y de la paz.
Libro «El Apoyo Mutuo» de Kropotkin: http://www.cgt.info/descargas/SalaLectura/kropotkin-apoyo-mutuo.pdf
La gazzeta no es más que un instrumento sutil del NOM
En la sociedad hay un elevado porcentaje de psicópatas, violentos, tipejos sin escrúpulos y amigos de lo ajeno.
Las leyes están para frenarlos. La ausencia de ley nos llevaría a un escenario tipo «ley del mas fuerte», donde «fuerte» querría decir mas propenso a usar la violencia.
Es verdad que en la sociedad hay un elevado porcentaje de psicopatas y amigos de lo ajeno, pero mira tu por donde, que los que suelen estar arriba de la cuspide, dictando leyes, siendo «moralistas», son los que suelen mostrar mas rasgos psicopaticos de personalidad, manipuladores, aduladores, mentirosos. Pero claro tienen que imponer normas, creencias, ordenes, leyes, para que el pueblo no se salga del redil, que no piense por si mismo no fuese que tuviese un momento de iluminación y se diese cuenta de todo el tinglado que han montado desde hace tiempo, y que por cierto cada vez nos imponen mas y mas normas y directrices. Donde queda nuestra libertad? porque ellos si que la poseen
Si ya hace siglos que andamos con leyes impuestas por alguien de arriba (reyes, monarcas, estado, gobiernos), y hace siglos que NO CESA la pobreza, la delincuencia y la aparición de psicopatas (como dices), da para preguntarse:
¿Acaso no serán las propias leyes impuestas por el poder (y no por las personas en libre asociación) las que GENERAN dicha violencia y pobreza en el mundo?
Si no nos damos la posibilidad de ver que pasa sin que NOS IMPONGAN leyes (que encima son funcionales al Capital, que trae a si mismo violencia y pobreza), nunca lo podremos saber si somos capaces de vivir en armonía y en paz. Por lo menos sembremos la inquietud, algo sensato, ¿no?
De una sola cosa sí podemos estar seguros: QUE CON ESTAS LEYES, LA POBREZA Y LA VIOLENCIA SE ESTÁN ACENTUANDO Y PROFUNDIZANDO CADA VEZ MÁS. (creo que de esto nadie duda)
No sabemos si «sin las leyes estas» podremos vivir en paz (por lo menos permitámosnos la duda, ¿no les parece?), ya que nunca nos dimos tal oportunidad de ver que pasa, ¿por que no nos damos la oportunidad de una buena vez por todas de manejarnos por nuestra propia cuenta? De última seamos nosotros quienes actuemos contra el vandalismo, NO el Estado, porque ya sabemos todos que el Estado PROTEGE a los MAXIMOS DELINCUENTES DEL MUNDO: AL GRAN CAPITAL DEPREDADOR Y A SUS MULTINACIONALES GENOCIDAS QUE MATAN Y DESALOJAN PUEBLOS, COMUNIDADES Y DESTRUYEN NATURALEZA POR DONDE VEAN (ver leyes que protegen a las minerías, fracking, ley de semillas monsanto, tala de arboles, genocidio de pueblos que habitan en zonas de «recursos para multinacionales», etc, no hay que ser un genio para ver esta cruda realidad: que las leyes LOS PROTEGEN)
Sin estas leyes estatales, ¿acaso uds saldrían a robar y a matar a los demás? entonces si NO lo harían , ¿porque SUPONEN que los demás SÍ lo harían? ¿No cabe la posibilidad de que «los demás» salen a robar y a matar JUSTAMENTE POR ESTAS LEYES INJUSTAS Y PROSISTEMA? ¿No se pusieron a pensar que quizás sin estas leyes la sociedad sería mas justa (por medio de nuestro comportamiento y normas autoestablecidas entre nosotros sin imposiciones ajenas), y al ser más justa la sociedad cesarían gradualmente los robos, la crueldad-violencia y la pobreza?
Por lo menos quiero plantar la duda, ya que aquí parece (por la mayoría de comentarios pro-leyes) que todos tienen muy en claro que «sin estas leyes» SERÍA PEOR AÚN. Por favor, ¿puede haber algo peor que la violencia y pobreza que YA se vive en el mundo hoy? Por supuesto hay quienes afirmen que sí, en todo caso a estas personas NO LES INTERESARÍA, por ende, cambiar las leyes estatales, ya que con estas «se aseguran» que el mañana NO VAYA A ser peor aún.
Me parece que toda esta premisa de «NO TOCAR LAS LEYES PORQUE ASI ASEGURO MI PROPIO CULO AUNQUE SEA» es de miedoso, cobarde y antisocial, de alguien que vive la vida temiéndole a todo y que lo único que le interesa es que no le toquen el propio culo, y que luego los demás se mueran si fuera por estas personas y por este tipo de pensamiento: «pasarla bien en un mundo que la pasa mal, y que el Estado cuide mi culito mientras yo me divierto con mis propiedades»
Y quizas me digan: «pero quizas se puedan cambiar las leyes injustas y dejar las leyes justas» Siiii JAJAJJAJA ¡HAGANME REIR! : el Estado impone las leyes, y el capital (multinacionales) CONTROLA el Estado, ¿se piensan uds que el capital va a modificar las leyes que les favorecen? JAJAJJAJAJA HAGANME REIR, sigamos con la ingenuidad por toda la eternidad entonces.
La pregunta que le sigue aquí es la siguiente: ¿o somos nosotros y aprendemos a convivir entre nos (con las dificultades y desafios que esto conlleva), o seguimos dependiendo (brindandoles nuestro poder) del Estado que es controlado por el capital y las multinacionales, quienes cada vez mas nos oprimen y matan literalmente con sus politicas genocidas, extractivistas y consumistas, generando la destruccion de los ecosistemas y de nuestros pueblos?
Muchos aquí se preocupan SUPONIENDO lo siguiente: «si con estas leyes ocurren tales desastres (violencia y pobreza), ¿que pasaría si encima NO las tuviesemos?»
Esto se basa en una SUPOSICIÓN, ya que nadie aquí ha vivido SIN estas leyes estatales. ¿y que pasaría si tales desastres FUERAN PRODUCTO de estas leyes estatales y funcionales al poder? ¿Que pasaría si la verdadera violencia y pobreza está siendo profundizada y agudizada por la ayuda de estas leyes que no paran de favorecer al poder y al capital? ¿Nunca se plantearon la duda de que quizás estas leyes sean el origen de la pobreza y la violencia en el mundo?
No busco tener la razón, sí busco DUDAR de si estas leyes no son las que realmente PRODUCEN la violencia, el caos y la pobreza.
Saludos compañero
!Què sabiduría! «Apoyo mùtuo» ! Ademàs tù te lo dices todo y te contestas a ti mismo. Así buscas la disculpa para meter palabras y palabras. Es un poco largo ¿no?.
¿Todo el mundo se dedica a aleccionarnos extensamente?.
Y ¿quièn habla de mantener estas leyes? Ni de muchas cosas por las que pides que te hagan reir. Pues ríete que eso es bueno.
Si. De acuerdo, La gazzetta es un instrumento del NOM, pero de sutil no tiene mucho.
PARA LOS MIEDOSOS QUE TEMEN VIVIR SIN EL ESTADO Y SUS LEYES
¿QUÉ PASA CON LAS PANDILLAS Y MATONES?
Algunos temen que en una sociedad sin autoridades, las personas más fuertes se salgan de control, tomando y haciendo lo que quieran. ¡Independientemente que esto describa lo que generalmente sucede en las sociedades con gobierno! Este miedo se deriva del mito estatista de que todos estamos aislados. Al gobierno le gustaría mucho que creyeras que sin su protección eres vulnerable a los caprichos de alguien más fuerte que tú. Sin embargo, ningún matón es más fuerte que toda una comunidad. Una persona que rompe la paz social, no respeta las necesidades de otra persona, y actúa de una manera autoritaria y matonesca puede ser derrotada o expulsada por los vecinos trabajando juntos para restaurar la paz.
En Christiania, la localidad anti-autoritaria y autónoma en la capital de Dinamarca, han estado lidiando con sus propios problemas y con los problemas asociados a todos los visitantes que reciben y la consiguiente alta movilidad social. Muchas personas vienen como turistas, y muchos más vienen a comprar hachís — no hay leyes en Christiania y las drogas blandas son fáciles de encontrar, a pesar
de que las drogas duras se han prohibido exitosamente. Dentro de Christiania hay numerosos talleres que producen una variedad de bienes, el más famoso son sus bicicletas de alta calidad, pero hay también restaurantes, cafés, una guardería, una clínica, una tienda de alimentos saludables, una librería, un espacio anarquista, y una sala de conciertos. Christiania nunca ha sido exitosamente dominada por
pandillas o matones residentes. En 1984, una pandilla de motociclistas se mudó, con la esperanza de explotar la anarquía de la zona autónoma y monopolizar el comercio de hachís. Después de varios conflictos, los residentes de Christiania consiguieron expulsar a los ciclistas, utilizando mayormente tácticas pacíficas.
En Christiania como en otros lugares, el Estado representa el mayor peligro para la comunidad. A diferencia de los matones individuales que uno imagina aterrorizando a una sociedad sin ley, el Estado no puede ser fácilmente derrotado. Por lo general, el Estado busca el monopolio de la fuerza con el pretexto de proteger a los ciudadanos de otros matones; esta es la justificación para prohibir que nadie
use la fuerza fuera del aparato estatal, especialmente como defensa propia en contra del gobierno. A cambio de renunciar a este poder, los ciudadanos se dirigen al sistema judicial como un medio de defensa de sus intereses, pero por supuesto, el sistema judicial es parte del Estado, y protege sus intereses por encima todos los demás. Cuando el gobierno trata de aprovechar un terreno para construir un centro comercial, por ejemplo, usted puede llevar el asunto a los tribunales o incluso
llevarlo ante el consejo de la ciudad, pero puede que te encuentres hablando con alguien que está a favor del centro comercial. El matón de tribunales no será justo con las víctimas del acosador, y ellos no van a simpatizar contigo si te defiendes contra el desalojo. Por el contrario, se pondrán en tu contra.
En este contexto, los que quieren una solución a menudo tienen que buscarla fuera de los tribunales. Una dictadura militar tomó el poder en Argentina en 1976 y llevó a cabo una «guerra sucia» contra los izquierdistas, torturando y matando a 30.000 personas; los oficiales responsables de la tortura y las ejecuciones fueron indultados por el gobierno democrático que sucedió a la dictadura. Las Madres de
la Plaza de Mayo, que comenzaron a reunirse para exigir un fin a las desapariciones y para saber qué pasó con sus hijos, fueron una fuerza social importante para poner fin al reinado de terror. Como el gobierno nunca ha tomado medidas serias para responsabilizar a los asesinos y torturadores, la gente ha elaborado una justicia popular que se basa y va más allá de las protestas y actos conmemorativos
organizados por las Madres.
Los métodos punitivos del Estado para hacer frente a la delincuencia empeoran las cosas, no las mejoran. Los métodos de restauración para responder a los daños sociales que se utilizan en muchas sociedades sin Estado abren nuevas posibilidades para escapar a los ciclos de maltrato, castigo, y daños que son muy familiares para muchos de nosotros.
MÁS ALLÁ DE LA JUSTICIA INDIVIDUAL
La noción de justicia es quizá el producto más peligroso de la psicología autoritaria. Los peores abusos del Estado se producen en sus prisiones, sus inquisiciones, sus correcciones y rehabilitaciones forzadas. Policías, jueces, y guardias de prisión son agentes clave de la coacción y la violencia. En el nombre de la justicia, los matones uniformados aterrorizan a comunidades enteras, mientras que las peticiones
disidentes son reprimidas por el gobierno. Muchas personas han interiorizado la racionalización de la justicia del Estado de tal manera que están aterrorizados de perder la protección y el arbitraje que el Estado supuestamente proporciona. Cuando la justicia se convierte en la esfera privada de especialistas, la opresión no se queda atrás. La justicia del Estado comienza desde el rechazo a comprometerse con las
necesidades humanas. Las necesidades humanas son dinámicas y solo pueden ser plenamente comprendidas por aquellos que las experimentan. La justicia estatal, por el contrario, es la ejecución de recetas universales codificadas en la ley. Los especialistas que interpretan las leyes están supuestamente focalizados en la intención original de los legisladores en lugar de estarlo en la situación
actual. Si usted necesita pan y el robo es un delito, se le castigará por tomarlo, incluso si se toma desde alguien que no lo necesita. Pero si su sociedad se centra en las necesidades y deseos de las personas más que en la aplicación de leyes estáticas, usted tiene la oportunidad de convencer a su comunidad que necesita el pan más que la persona de quién lo tomó. De esta manera, el actor y los afectados
permanecen en el centro del proceso, siempre facultados para explicarse a sí mismos y para desafiar las normas de la comunidad. La justicia, por el contrario, se basa en el juicio, privilegiando una poderosa
toma de decisiones sobre los acusadores y los acusados que impotentemente esperan el resultado. La justicia es la aplicación de la moral — que, en sus orígenes, se justificaba como mandato divino. Cuando las sociedades se alejaron de las razones religiosas, la moral se volvió universal, o natural, o científica — esferas cada vez más lejos de la influencia del público en general — hasta que fueron formadas y empaquetadas casi exclusivamente por los medios de comunicación y el gobierno.
La noción de la justicia y las relaciones sociales que implica son inherentemente autoritarias. En la práctica, los sistemas de justicia siempre dan ventajas injustas a los poderosos e inflingen injusticias terribles a los no poderosos. Al mismo tiempo, estos nos corrompen éticamente y llevan nuestro poder de iniciativa y sentido de responsabilidad hacia la atrofia. Como una droga, estos nos hacen dependientes mientras imitan la satisfacción de una necesidad natural del ser humano, en este
caso la necesidad de resolver los conflictos. Así, las personas piden a la justicia que realice reformas, no importa cuán poco realistas sean sus expectativas, en lugar de tomar el asunto en sus propias manos. Para sanar del abuso, las personas heridas necesitan recuperar el control sobre su vida, el abusador necesita restaurar relaciones sanas con sus pares y la comunidad necesita examinar sus normas y
sus dinámicas de poder. El sistema de justicia evita todo esto. Apoderándose del control, aliena comunidades enteras, y obstruye el examen de las raíces de los problemas, preservando el status quo por encima de todo.
La policía y los jueces pueden dar un cierto grado de protección, especialmente a personas privilegiadas por el racismo, el sexismo o el capitalismo, pero el mayor peligro que enfrenta la mayoría de los seres humanos es el propio sistema. Por ejemplo, miles de trabajadores mueren cada año por negligencia del empleador y por condiciones de trabajo inseguras, pero los empresarios no son castigados como asesinos y casi nunca ni siquiera acusados como criminales. Lo máximo que las familias de los trabajadores pueden esperar es un arreglo monetario de un tribunal civil. ¿Quién decide que un jefe que se aprovecha de las muertes de los trabajadores debe enfrentar nada más que una demanda, mientras que una mujer que le dispara a su abusivo esposo va a la cárcel y un adolescente negro que mata a un policía en defensa propia obtiene pena de muerte? Sin duda, no son los trabajadores, ni las mujeres, ni la gente de color.
Para toda necesidad humana, un sistema totalitario deberá facilitarla, someterla, o sustituirla por otra. En el ejemplo anterior, el sistema de justicia enmarca el asesinato de los trabajadores como un problema que debe abordarse con regulaciones y burocracias. Los medios de comunicación contribuyen al centrarse en la cobertura desproporcionada de asesinos en serie y «asesinos a sangre fría», los que son casi siempre pobres y usualmente de color, cambiando así la percepción de la gente de los riesgos que enfrentan. Consecuentemente mucha gente teme a otras personas pobres más que a sus propios jefes, y están dispuestos a apoyar a la policía y a los tribunales para atacarlos.
Por cierto, en algunos casos, la policía y los tribunales responden cuando son asesinados trabajadores o mujeres — aunque a menudo lo hacen para compensar la indignación popular y para que la gente deje de buscar sus propias soluciones. Incluso en estos casos, las respuestas suelen ser mediocres o contraproducentes. Mientras tanto, el sistema de justicia sirve muy eficazmente como una herramienta
para remodelar la sociedad y controlar poblaciones de clase baja. Considere la «Guerra contra las Drogas» llevada a cabo a partir de la década de 1980 hasta la actualidad. Comparado con el trabajo y las violaciones, la mayoría de las drogas ilegales son relativamente inofensivas, en el caso de aquellas que pueden ser perjudiciales, ha sido completamente demostrado que la atención médica es una respuesta más eficaz que un tiempo en la cárcel. Sin embargo, el sistema de justicia les ha declarado la guerra cambiando las prioridades públicas: se justifica la ocupación policial de los barrios pobres, el encarcelamiento en masa y la esclavitud de millones de personas pobres y personas de color, y la ampliación de las facultades de la policía y de los jueces.
¿Qué hace la policía con este poder? Detienen e intimidan a los elementos más débiles de la sociedad. La gente pobre y la gente de color son mayoritariamente las víctimas de las detenciones y condenas, sin mencionar el acoso diario, e incluso el asesinato a manos de la policía. Los intentos de reformar a la policía rara vez hacen más que alimentar sus presupuestos y agilizar sus métodos para encarcelar
a la gente. ¿Y qué pasa con los millones de personas en la cárcel? Están aislados, muriendo lentamente por la mala alimentación y las condiciones de miseria o rápidamente, a manos de los guardias, que casi nunca son condenados. Los guardias de la prisión fomentan las pandillas y la violencia racial para ayudarles a mantener el control, y muchas veces contrabandean y venden drogas adictivas para llenar sus bolsillos y sedar a la población. Decenas de miles de presos están encerrados en regímenes de aislamiento, algunos desde hace décadas.
Innumerables estudios han encontrado que el tratamiento de la drogadicción y otros problemas psicológicos como un asunto criminal es ineficaz e inhumano; se ha demostrado que maltratando prisioneros y privándolos de contacto humano y oportunidades educativas aumentan la recidiva. Sin embargo, ante todos los estudios que muestran cómo poner fin a la delincuencia y reducir la población
carcelaria, el gobierno ha ido y hecho exactamente lo contrario: cortó los programas educativos, aumentó el uso de la incomunicación, alargó las sentencias y redujo los derechos de visita. ¿Por qué? Porque la prisión, además de ser un mecanismo de control es una industria. Canaliza miles de millones de dólares de dinero público a las instituciones que fortalecen el control del Estado, como la policía, los tribunales, la vigilancia y seguridad privada, y proporciona una fuerza de trabajo esclava que produce bienes para el gobierno y las empresas privadas. El trabajo forzado sigue siendo legal en el sistema penitenciario, y la mayoría de las prisiones contienen fábricas donde los presos tienen que trabajar por unos pocos centavos por hora. Las prisiones también tienen el equivalente moderno de la tienda, donde los prisioneros tienen que gastar todo el dinero que logran reunir (y el que les envían sus familias) comprando ropa, comida o llamadas telefónicas, todo a precios inflados.
El sistema penitenciario está más allá de la esperanza de la reforma. Burócratas reformadores de cárceles han renunciado a la abolición de las prisiones o bien vienen a apoyarlas. Un burócrata de alto rango que dirigió los departamentos correccionales juveniles en Massachusetts e Illinois concluyó:
«Las prisiones son violentas burocracias pasadas de moda que no protegen la seguridad pública. No hay manera de rehabilitar a nadie en ellas. La instalación produce aquella violencia que requiere más instalaciones. Es una profecía autocumplida. Las cárceles se ofrecen como una solución a los mismos
problemas que ellas han creado. Las instituciones están diseñadas para hacer que la gente se equivoque. Ese es su propósito latente.» Estos son problemas que no deben resolverse con reformas o cambios en la ley. El sistema de justicia ha establecido sus prioridades y ha organizado su legislación
con el propósito específico de controlar y abusar de nosotros. El problema es la ley misma.
A menudo, las personas que vivimos en una sociedad estatista suponemos que sin un sistema de justicia centralizado que siga una legislación clara sería imposible resolver los conflictos. Sin un conjunto común de leyes, todo el mundo lucharía por sus propios intereses, lo que resultaría en una pugna perpetua. Si
los métodos de hacer frente a los daños sociales están descentralizados y son voluntarios, ¿que evitaría que la gente «tomara la justicia en sus propias manos?»
Un importante mecanismo de nivelación en las sociedades sin Estado es que la gente a veces toma la justicia en sus propias manos, especialmente cuando trata con aquellos que en posiciones de liderazgo están actuando autoritariamente. Cada uno puede cumplir con su conciencia y tomar medidas contra una persona que percibe como daño a la comunidad. En el mejor de los casos, esto puede empujar
a otros a reconocer y enfrentar un problema que habían tratado de ignorar. En el peor, se puede dividir a la comunidad entre aquellos que piensan que tal medida es justificada y aquellos que piensan que es perjudicial. Incluso esta situación, sin embargo, es mejor que la institucionalización de los desequilibrios del poder. En una comunidad en la que cada uno tiene el poder de tomar las cosas en sus propias manos, en la que todos son iguales, la gente encontrará que es mucho más fácil hablar de las cosas y tratar de cambiar las opiniones de sus compañeros que hacer lo que ellos quieren o causar conflictos al actuar como un vigilante. La razón por la cual este método no se utiliza en las sociedades democráticocapitalistas no es debido a que no funcione, sino porque hay ciertas opiniones que no deben ser cambiadas, ciertas contradicciones que no deben ser abordadas, y ciertos privilegios que nunca pueden ser impugnados.
En muchas sociedades sin Estado, el mal comportamiento no es tratado por defensores de justicia especializados, sino por todo el mundo a través de lo que los antropólogos llaman sanciones difusas; sanciones o reacciones negativas que son difundidas por toda la sociedad. Todo el mundo está acostumbrado a responder a la injusticia y al comportamiento dañino, por lo que todo el mundo está más empoderado y más involucrado. Cuando no hay un Estado para monopolizar el mantenimiento del día a día de la sociedad, la gente aprende a hacerlo por sí misma, y lo enseñan al otro.
No necesitamos definir el abuso como un crimen para saber que nos duele. Las leyes son innecesarias en las sociedades empoderadas, existen otros modelos para responder a los daños sociales. Podemos identificar el problema como una violación a las necesidades de los demás, en lugar hacerlo como una violación a un código escrito. Nosotros podemos fomentar la amplia participación social en la resolución de problemas. Podemos ayudar a los que se han visto afectados de expresar sus necesidades y podemos seguir sus ejemplos. Podemos responsabilizar a quienes dañen a otros, mientras que los apoyemos y le demos oportunidades de aprender y restablecer sus relaciones de respeto con la comunidad. Podemos ver los problemas como responsabilidad de toda la comunidad en lugar de culpar a una sola persona. Podemos recuperar el poder para sanar a la sociedad, y romper el aislamiento que nos imponen.
Desde siempre ha existido las penas-las alegrías-el ganar-el perder-el desamor- el amor y otos muchos sentimientos humanos, como la injusticia y la generosidad pero la justicia en su plenitud nunca se ha visto, por los magos o ilusionismo de grandes expertos en embaucar con miles trucos a la mayoría de los habitantes del planeta tierra,imaginen tropas avanzando con el firme propósito de conquistar las tierras de gentes que llevan viviendo en ese lugar muchos siglos? todo depende de los personajes que componen la plana mayor, que son los que emplean las estrategias a seguir, que por tierras amor y dinero no solo baila el perro, cuantos asesinatos se llevan esos individuos en sus conciencias, eso contando que las tuvieran,, echen un vistazo en la historia del sur de la península, sobre todo Andalucía, eso ha sido lo que los guerreros se han dedicado a llevar a cabo, desahuciar de sus terrenos a los oriundos del lugar dejando un reguero de sangre- injusticias penas- desolación y oros sentimientos que fácilmente se puede imaginar toda persona de pensamientos humanos en el buen sentido de la palabra, bueno, el refrán lo dice, este mal que no mejora no solo es de ahora, siempre el hombre se ha dedicado a robar mal tratar a embaucar a engañar de mil maneras, esto va de mal en peor, ya que eso de las técnicas modernas cada vez más avanzadas son más idóneas para llevar a cabo sus propósitos, da la sensación que vivimos en una jungla compuesta de lobos y cabritos o borregos asustados, Pero por ejemplo imaginemos que toda la manada de lobos desaparecieran, seguramente de la manada de borregos saldrían otros candidatos para ocupar el puesto libre de los que se fueron, eso está más que demostrado, el hombre es el enemigo en potencia del hombre. eso empezó desde su aparición y será hasta que desaparezca..
Del primer intento de cohartar la libertad innata con la que nace el ser humano, pues el ser humano históricamente nace libre ya que las personas fueron antes que los gobiernos, de ese primer intento es de donde nace la violencia. Y son precisamente los gobiernos (estados, monarquías, feudos, etc…) los que comenzaron a institucionalizar la violencia y a introducirla en los más profundo del tejido social.
Está claro que necesitamos normas para convivir, pero éstas pueden nacer de libres acuerdos. Y de hecho así ocurre incluso hoy en día, en muchas de nuestras acciones más cotidianas. De hecho, la responsabilidad nace del ejercicio de la libertad, no de cumplir órdenes bajo amenazas de multas o castigos (eso se llama sólo obedecer, no ser responsable). Entonces, si somos capaces de establecer orden y normas de convivencia por nosotros mismos, ¿por qué tener que recurrir a un aparato institucionalizado que para poder legislar debe hacerlo sin remedio por la fuerza?
En el siguiente enlace analizo esta cuestión, indagando en la naturaleza del ser humano, de lo necesaria que es la convivencia bajo el respeto a la libertad (y no sólo a normas impuestas) y de cómo ir construyendo esa convivencia a través de algunos ejemplos:
http://www.blackblog.es/el-origen-de-la-violencia/
Reblogueó esto en tu angel humano informativo.
Buenas tardes.
Los adoradores del demonio de un solo ojo solo tienen que cumplir su única ley, “SE LIBRE Y HAZ LO QUE QUIERAS”.
La LIBERTAD es un concepto satanista, ya que se ejerce sin limites, ya sean éticos o morales, sin importar a quien pueda perjudicar.
¿Quién puede desear una LIBERTAD que suponga el sometimiento, la subyugación y la vulneración de los mas elementales derechos humanos.?….. Un psicópata.
Abrazos y recuerden, ustedes son LA RESISTENCIA.
¿Podríais ser un poquito más breves?. Por eso de «lo bueno, si breve…»
Y no hacer copy/ paste de trozos tan largos sacados de internet, por favor!
Deja ver si entendí ¿no hay problema en que los vecinos ruidosos no dejen dormir al vecindario porque su psique les dice que lo que hacen no es incorrecto?
el articulo no esta mal solo que para que esto se cumpla todas las personas deben estar concientes, es decir deben despertar conciencia pata poder ejercer su libertad en toda su plenitud, porque el estado actual de aletargamiento de las personas esto seria un completo caos.ºº
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Apoptosis total de la Gazzetta, primero por una que se autodenominaba mariposa y que sufrîa un montòn.
Ahora por gente pagada de sí misma que usa el blog para meter aburridas y eternas peroratas con ànimo de catequizarnos o de lucirse o ¿de qué?
Lo siento pero hay cosas mucho más interesantes y valiosas para leer, ¿no se da Vd cuenta?
Qué scriptorrea, o graforrea o lo que sea. Ya es que hasta invento palabras…
Para entender lo que es Libertad, debemos entender que somos esclavos de ESA gran maquinaria que controla el mundo. Los amos del mundo (la élite)son los que mueven los hilos de nuestra economía, política, seguridad, educación, tecnología, religión, salud, detrás de cada gobierno hay un gobierno invisible que controla y toma todas las decisiones, lo único que hacemos nosotros es a acatar sus leyes, comprar sus productos, vestir su moda, escuchar su música sin cuestionarnos el porqué, aunque la mayoría no lo sepa, son los que manejan el poder los que crean el caos para que el ciudadano común recurra a ellos les pida solución y ellos aprovechando esto impongan «una solución», que solo beneficie a sus intereses. Ciertamente el Miedo juega un papel muy importante en todo esto y ellos lo saben muy bien, miedo al que dirán, miedo al que pasará, miedo a lo que harán, miedo al miedo. Definitivamente su mejor arma para manipular a la gente que se cree indefensa, porque así nos programaron como seres indefensos, que necesitan de un intermediario que solucione sus problemas, cuando la realidad es otra, nosotros tenemos el poder de tomar las riendas de nuestro destino, no necesitamos sus leyes, sus productos artificiales o envasados, sus farmaceuticas , sus bebidas fluorizadas, porque los mismos propietarios de las gaseosas son dueños de las farmaceuticas. Y el dinero, si claro hay que darle un buen uso, sin tener que ser esclavo de ello. Solamemte cuando tomemos consciencia de lo que realmente somos Seres Humanos y no simples consumidores, podemos quizas tener un atisbo de la verdadera Libertad. Mientras tanto, hay que seguir trabajando en nosotros mismos para lograr la masa crítica del centésimo mono, pero eso es otra historia.
El lingüista Noam Chomsky elaboró la lista de las “10 Estrategias de Manipulación” a través de los medios.
Traviesita 1.-Me agrada lo que has escrito,no pretendo ir de sabihondo pero toda la obra de Chomsky no tiene desperdicio,he terminado hace poco -Chomsky esencial -que esta en libro de bolsillo a buen precio y te va a , interesar, aunque es tan descarnado que te deja algo mal, pero es realista ,si quieres ahondar algo mas en el tema lee -La seducción de las palabras de Alex Grijelmo, esta en Taurus .Escrita por un gran especialista en manipulación en prensa ,radio etc.para acabar de aburrirte ¡ahí va el tercero¡ L a transparencia del mal de Jean Baudrillard en Anagrama.Te he soltado todo este rollo porque me pareces una persona inquieta y eso es importante.Un cordial saludo.
ufffffffffffff tanta informacion….muchos concuerdan con la vision del articulo, otros aun no lo ven, o ven desde otra perspectiva…mas ingenua quizas, pero ya lo verán….es natural que todo tenga movimiento, y todo y todos tienen su propio ritmo,,, es cosa de tiempo solamente, pero no de este «tiempo-humano» artificial, creado por nosotros simplemente…tiempo cronologicamente medible,…medible por quien??? JA! …y bueno en los ciclos superiores somos un pestañeo , asi como nuestros sueños son un pestañeo de nuestras vidas…miremos el pasado,,,,miremos el cielo…volvamos la vista a los cielos,,,todos han escrito sus historias, sus mitologias basados en las posiciones estelares,,,y eso hermanos, es lo mas ciclico y EN LIBERTAD que pudimos, podemos y podremos mirar, como humanidad, por lo menos durante muchas generaciones más….volvamos a los ritos ancestrales, las medicinas ancestrales, los cantos, la convivencia, la construccion, la agricultura bio-dinamica, basada en los ciclos lunares y en EL TODO……en fin….para los inquietos y curiosos sugiero comenzara estudiar el I-CHING …quien se adentre en sus misterios y en su sabiduria milenaria, comprenderá el movimiento como esencia de la comprensión….saludos terricolas
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